Salmo de los mosquitos.Cuando los mosquitos bailan al atardecergarabatean en el aire, discuten desquiciados,componen su loco vocabulario,barajan su estúpida cábala,a la sombra de las hojashojas y solamente hojasse interponen entre ellos y los amplios golpes del sollas hojas amortiguan las estocadas polvorientas del sol vespertinoprotegen sus ojos frágiles y su temperamentocrepuscularbailanbailanescriben en el aire y luego lo borran todoconvierten sus letras en borrones y amasijostodos son el yo-yo de todosimanes inmensos se pelean en torno a un centrono escriben ni tampoco luchan, sino que cantanque los ciclos de este universo no importanque no tienen miedo del sol(...) que son las uñasde las manos y los pies danzarines del dios-mosquitoque oyen el sufrimiento del vientoentre la hierbay el sufrimiento del árbol de la tardeel viento se inclina con largos gemidos de tripasy los largos caminos de polvobailan al vientoel baile del viento (...)pero no los mosquitos, su agilidadha sobrepasado ese umbraly los mantiene un poco por encima de las garras dela hierbabailanbailanbajo las sombras en forma de guante del sicomoro (...)oh, pequeños rabinosvuestros propios cuerpos os llevan a la muerteos lleváis vuestros cuerpos a la muerte¡sois los ángeles del único cielo!¡y Dios es un mosquito todopoderoso!¡sois la mayor de todas las galaxias!mis manos vuelan al aire, están locasmi lengua cuelga de las hojasmis pensamientos se han arrastrado a un rincónvuestro bailevuestro bailehace que mi cráneo expectante salga dando vueltasal espacio exterior.Fragmentos de "Salmo de los mosquitos", Ted Hughes, "Poemas de animales".