(a G.C.)
Me deshice de mí
de casi todo de mí
porque quería partir de cero esta vez
Tiré primero los recuerdos
Primero los recuerdos tiernos
-el cariño es una medusa-
Después los malos,
eso fue más fácil
Tiré los miedos y los sueños y los
Malos hábitos
También los buenos
Porque quería empezar
De cero
Tiré todo o prácticamente todo
Lo que había aprendido
Y lo que había olvidado también
(tiré huecos, silencios sordos)
Quedaron las palabras
(necesitaba personal de mudanza)
Después le tocó el turno al cuerpo.
Me deshice de los pies maltrechos y de las
Rodillas doloridas
Y los dedos cloqueando de las dos manos
Dije “adiós, adiós dedos de piano!”
Y los dedos se fueron cantando canciones
De ruidos de huesos
Y les siguieron los brazos,
Enamorados.
Tiré las piernas a los perros
Callejeros de mi barrio (me ladraban sonriendo)
Hacía mucho que había perdido la cabeza
Por una mujer
Así que no hizo falta tirarla.
El corazón también se lo había llevado
Otra mujer.
El estómago ya había cerrado.
Y la boca renunció a comer entonces, pero también
A besar a otras bocas.
Así que tenía el resto del pecho, los hombros,
Las nalgas, la espalda
Los genitales.
Mis perfectos pulmones se los llevó
Un viejo alegre que prometió
-solemnemente con una mano nudosa en lo alto-
“No volver a fumar nunca más”
Y se alejó tirando besos
Viejito sonriente con una boina
¡Me regaló un ramito de margaritas!
Fue un buen negocio.
A mis hombros les dije adiós,
Y juntos se fueron
Con las nalgas
A vivir en un departamento del centro
De la ciudad
Redondas parejas de piel cálida
Y pelos.
Mi espalda se la llevó un primo que nunca trabajó.
Él la sabrá cuidar.
La va a sacar al sol,
Me dijo,
De cuando en cuando.
Le dí un beso a mi espalda y le dije
“chau!”
Me quedaban los genitales,
Un embrollo de inquietudes y deseos
Con una sonrisa lobuna
Una mirada de perro en celo
Pero
-lo sé-
También una infinita ternura,
Les dije
“chicos, es hora de irse”
Pero ellos no se fueron.
“vamos” les dije
“fuera de aquí!”
…
“Entonces me voy yo!”
Amenacé
“Bien, a ver si puedes!” me respondieron
Y bien, pues aún no he podido.
2 comentarios:
clá!! Definitivamente , con este poema, los muchachos de la cofradía te pagan los tragos !!! Y sí, culito contra la pared : a Ginsy le gustarías mucho , muchachito !! (¿lo pensaste bien? capaz que... No, no,quedate ahí, nomás je je )
cuidado con ese viejo!
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