las barandas del puente
están cansadas
el río se cae
sobre sí mismo y las orillas
con sus brazos y sus piernas, con los
brazos y las piernas de las piedras
tirados en el piso
completamente abatidos
cansados de sí mismos
yacen,
y yacen las calles
con sus ojos de mueca
con sus pechos grises y su gris
osamenta,
yacen
bajo los yertos colectivos
los llorosos colectivos de la ciudad
bajo el metal y la mugre y el caucho
bajo el dinero de todos los bolsillos
y la pelusa de todos los bolsillos
y el hambre de todas las bocas
y de todos los sexos de la ciudad
bajo la boca del sol llena de algodón y
de arena seca
como una montaña de lagañas,
bajo el mundo,
el mundo yace cansado,
sí,
y un poco triste.
1 comentario:
jaja parece que anduviste por saldan a la siesta jajaja
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