Así que, francamente, Laércio Redondo,
no entiendo por qué no podés jugar fútbol.
El fútbol es un deporte de hombres dulces.
El fútbol es un deporte de hombres que se
quieren con locura.
El habilidoso es maltratado por el recio.
Y el recio se muere por maltratarlo con amor…
La vida es linda, Laércio.
En el campo se impone el recio
Y el enamorado corre detrás de él.
“Ven y voltéame, recio zaguero”.
Muchas veces escuche decirse esto entre hombres…
Vi hombres arrojarse al pasto para que otros
se arrojen detrás, es tan bonito el amor
corrompido, prohibido, escapado de las pacaterías
del mundo.
Cosas así hace el amor para sobrevivir y eso es
tan lindo.
Es así, querido Laercio, el fútbol es un deporte
de hombres que se quieren con locura.
Passolini, lo sabía bien y disfrutaba,
era capitán de un equipo de recios adolescentes…
…entre hombres, en medio de la calle;
el recio y el habilidoso,
el abrazo y el beso del gol, es como un
arrumaco después de un gran polvo.
Laércio, querido amigo, no te prives de lo mejor.
Todo es mejor y mágico entre hombres…
Washington Cucurto
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