Tu piel era ese puerto
Y yo pensaba en zarpar
Solamente.
Tu risa era ese puerto
Y no sabía
Que sabía
Que eras vos ese puerto,
Que esa era la vida
Que quería vivir
Que eras vos ese puerto
Que había quemado las naves
Una noche de noviembre
Que no conoceré otros mares
Que estos viajes de agua dulce
Son amargos
Que vos eras ese puerto
Al que tenía que llegar
Y no até bien las amarras
Y
Vos eras ese puerto
Ahora mis viajes son pequeños
Vos eras ese puerto
Al que nunca terminé de llegar
Sino
Para partir a pie
Hacia dentro del agua
Del olvido.
1 comentario:
wow! Que elegante esa concienzuda manera de echarse a las garras de la resignación... me gusta... la tristeza suele ser tan hermosa!
Aquí me quedo... a esperar nuevas prosas...
Le dejo un abrazo caballero!
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