31 agosto, 2005

De N.

Lejos, no acá.

Me han comentado, que cierto estructuralista francés, pensaba en publicar un libro sobre sus estudios de cierta tribu del centro de África. Lo anormal, lo que nos distancia de ellos, son sus inentendibles formas de intercambio: se llama Potlach al juego que mantienen estos indios. Consiste, pues, en lo que consideraremos un “gasto improductivo”. El desafío consiste en un pleito simbólico, cuyo fin es ganar dignidad a costa de perderlo todo. Un miembro del clan desafía a otro: le entrega todas sus propiedades; el otro, no tiene más remedio que aceptarlas, es ahora dueño de muchas propiedades. Es también, momentáneamente, indigno, muy indigno. El primero, duerme posiblemente en el piso, no sabe qué comerá, nadie, repito, nadie se le acerca. Es tan digno como un Dios, es tan poseedor de la nada que nadie se atreve siquiera a convidarle agua. Al cabo de un tiempo, la dignidad se llama locura. El hombre muere. En su honor, todos lo alaban golpeándolo, blasfemando su cuerpo, lanzando gritos horrendos. Luego las mujeres lo lavan, le sacan la piel, lo cocinan y es ofrecido a la tribu. El primero en probarlo es el más indigno. (...)

N. Algosino.-

27 agosto, 2005

El maldito sádico de la sonrisa, Dice: Estoy seguro...


...que la felicidad, esa palabrita, es mucho más importante que ella misma.
Me explico.
Que realmente es algo hermoso, en el sentido más cursi que se pueda retener(por favor, les pido una rigurosidad espartana en este aspecto, resista los embates de la complejidad o la complicación como un guerrero/a y muera con firmeza estoica en el corcel de su ñoñez: sea estrictamente cursi, y siga leyendo),cuando uno es felíz. Cuando Yo soy felíz, es hermoso. Creo que cuando soy felíz soy hermoso. Sí, en el sentido más cursi posible (por favor leer esto y oír "I Feel Pretty" del musical "West Side Story".La tiene? La está oyendo? Bien, ahora nos entendemos.No hace falta que le escriba nada más a usted. El resto siga leyendo si quiere)soy absolutamente lindo cuando soy felíz. Eah pues! Mis queridísimos serecillos sepias de noches girondianas queriendo que les acaricien el lomo! De rayuelísticas tardes de desazón a la sazón de estar solos! Mis gargolescos roedores de insomnio en las mañanas sin cacao de mamá! Eah! venga, sea felíz, que cuesta lo poco que vivir. Que le cuesta vivir? Vió? no me hizo caso y sigue usted sin ser fácil. Sea lindo. Sea felíz. Consiga el tema que le dije, y consigasé un vestido y un amor, no el tema. Deje Radiohead, por Dios (convénzase ya que Dios existe y lo que es más, que lo quiere) Hagame caso que no puede fallar. Pongasé colorete. Pongasé el saco que le gusta. Se lo digo yo que soy lindo de tan felíz. No falla.

20 agosto, 2005

De N.



No sé.
Cortázar, ficción, 62, ficción, hoy a la noche, ficción, insomnio, ficción, Leónidas Lamborghini, ficción, Borges, ficciones, suena el teléfono, ficción, es de noche de nuevo, ficción, pipa, ficción, Magritte, ficción, librito rojo con una pipa y un francés, ficción, marxismo, ficción, psicoanálisis, ficción de las ficciones, este sueño..?, ¿?, el matecito que sirvo, ficción. Lo que nos queda es otra cosa, está hecho de otra materia, y ahí sí que no nos importa un carajo si es o no real y si tiene o no sentido preguntarse por lo real. Para mí, que soy argentino, y que no manyo el idioma de la filosofía, lo real está cerca de lo verdadero, no sé si está bien, pero a mí me parece que la menos ficcional de las preguntas se constituye así: ¿qué busca el hombre que busca la verdad? Y si no lo sabía él, yo acá, de noche, solo con el matecito, tampoco. Menos mal que estás al lado. Teléfono, chau.
In Vino Veritas, pero en cerveza también!