31 agosto, 2005

De N.

Lejos, no acá.

Me han comentado, que cierto estructuralista francés, pensaba en publicar un libro sobre sus estudios de cierta tribu del centro de África. Lo anormal, lo que nos distancia de ellos, son sus inentendibles formas de intercambio: se llama Potlach al juego que mantienen estos indios. Consiste, pues, en lo que consideraremos un “gasto improductivo”. El desafío consiste en un pleito simbólico, cuyo fin es ganar dignidad a costa de perderlo todo. Un miembro del clan desafía a otro: le entrega todas sus propiedades; el otro, no tiene más remedio que aceptarlas, es ahora dueño de muchas propiedades. Es también, momentáneamente, indigno, muy indigno. El primero, duerme posiblemente en el piso, no sabe qué comerá, nadie, repito, nadie se le acerca. Es tan digno como un Dios, es tan poseedor de la nada que nadie se atreve siquiera a convidarle agua. Al cabo de un tiempo, la dignidad se llama locura. El hombre muere. En su honor, todos lo alaban golpeándolo, blasfemando su cuerpo, lanzando gritos horrendos. Luego las mujeres lo lavan, le sacan la piel, lo cocinan y es ofrecido a la tribu. El primero en probarlo es el más indigno. (...)

N. Algosino.-

2 comentarios:

A.- dijo...

Se, mejor cerca.
Mejor cerca. Y me como el primer bocado, che, mejor indigno, qué mierda.
Muy bueno.

Quir-k (Juana Luján) dijo...

el Potlach es tambien un juego de poder: quien todo lo tiene puede entregarlo todo y aun asi ser mas.
por eso los regalos suelen incrementarse y devolverse hasta volverse obcenos.
parece que fue antes, pero a veces los regalos como se conciben actualmente son en cierto modo un juego de potlach.
hablando de "Potlach": leyeron el libro de Arturo Carrera?

In Vino Veritas, pero en cerveza también!