01 octubre, 2005

"Si podemos decir que la relación amorosa como la llaman es un intento de escribir de manera más satisfactoria la historia de la propia familia, puedo asegurar que en mi caso, refractario durante un buen tiempo a la novela-río, frecuenté a gusto y durante años el género breve, la anécdota, el brochazo, el cuento con final sorprendente, la fábula, el interludio cómico, e incluso el aforismo. Como en muchas otras disciplinas, la extensión media sin embargo es la que otorga más satisfacciones. Que me la corten en rebanadas si hay la menor jactancia en todo esto: la actividad sexual está al alcance de todo el mundo -hombre o mujer, rico o pobre, feo o hermoso, joven o viejo- a condición de que se la desee, y nadie es responsable de su deseo, así que es igual de meritorio haber tenido muchas experiencias o no haber tenido ninguna, igual de meritorio que para la cebra ser rayada y para un planeta, pongamos el ejemplo aunque sólo lo conozcamos de oídas, girar."

Juan José Saer, Lo imborrable, pag. 59, Ed. Seix Barral.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siiii, tiene novelas lindas y lindas y además la gente toma lizos en las novelas de Saer y come aceitunas verdes o negras (si no hay verdes). En fin, también teorizaba. Y bien. Y gracias che, por leer(me).

In Vino Veritas, pero en cerveza también!